lunes, 30 de mayo de 2011

El magistrado emérito del Tribunal Supremo José Antonio Martín Pallín aseguró ayer que fue la ex vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, quien, a raíz de “un cabreo”, se propuso “acabar con las garzonadas” en 2008, una vez que el juez Baltasar Garzón comenzó a tramitar las denuncias de asociaciones de víctimas del franquismo. La actuación de Garzón se produjo meses después de la aprobación de la Ley de Memoria Histórica por el Gobierno de Rodríguez Zapatero.
En su intervención en las II Jornadas Políticas de Memoria organizadas por la Fundación Contamíname y la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), el magistrado afirmó que “el furibundo ataque y descalificación del juez Garzón” en el informe de la fiscalía contra la iniciativa de Garzón se deriva “de un cabreo de la ex vicepresidenta primera, que dice: ‘¿Qué se ha creído el juez Garzón? Se han acabado las garzonadas, y si se ha creído que se va a cargar la Ley de Memoria Histórica se va a enterar”.
Según el magistrado Martín Pallín, “por conexión esto llega a la fiscalía, por conexión al grupo bellochista [del exministro Juan alberto Bellonch], y por conexión llega al magistrado Luciano Varela, que es el encargado de abrir la causa”. Varela, estando de visita en la Corte de Casación italiana, soltó un exabrupto cuando le comunicaron, en octubre de 2008, que Garzón había dictado el auto declarando su competencia sobre los crímenes del franquismo.
Martín Pallín dijo al inicio de su intervención que “ya va siendo hora de que se sepa, porque somos maduros y porque además Wikileaks lo descubre todo... Lo que les digo, con mayores o menores matizaciones es la realidad, el cabreo y unas frases semejantes”.
El magistrado se mostró interesado en que se celebre el juicio contra Garzón por su investigación de los crímenes del franquismo. “Creo que tienen la obligación de celebrarlo, concederle al juez Garzón sentarse en el banquillo de los acusados y que le diga a la comunidad internacional lo que está pasando en estos momentos en un país octava potencia mundial según algunos y adalid de los derechos de la justicia internacional (...), pero no se atreven”. Algunos esperan que el Tribunal Constitucional “consagre la doctrina Botín y diga que no se puede abrir el juicio, con lo cual Garzón sale por la puerta falsa. 
EL PAÍS
Vaya,vaya con la M.Teresa F.de la Vega 

miércoles, 25 de mayo de 2011

Cuantas veces hemos deseado borrar un dia, un instante, un momento, 
hasta un año de nuestras vidas a borrarlo todo y vaciar nuestra memoria.
 Cuantas veces no deseamos volver a ser niños, vivir todo de nuevo,
 recuperar lo que se fue o dejar que el tiempo ponga las cosas en su
 lugar. Algunos simplemente no esperan nada del tiempo. Da lo mismo
 regresar o avanzar, simplemente renuncian a que el tiempo continúe su 
paso y se marchan con lágrimas y un largo adios. Si desearamos en 
algún momento perder completamente la memoria y plegarnos por ejemplo
 a la frase "comezar de nuevo" ¿cuántas cosas no perderíamos? serían 
como aquellas cosas que se extravían accidentalmente en una mudanza
 y luego se extrañan. Perderíamos el calor del primer beso y la sensación
 de aquel amanecer que fue perfecto. La nostalgia por amores pasados y
 la inocencia con la que nos entregamos a lo desconocido esa primera vez.
 Quedarían atras los amigos que iban a ser eternos, las cartas que nos
 hicieron llorar, la primera o última vez que vimos a un gran amor, los brazos
 mas cálidos, el día que pensamos que se iba a caer el mundo, el dolor más 
hermoso, la sonrisa mas esperanzadora, el nacimiento del sentimiento más puro.
 ¿En realidad comenzamos una vida nueva o matamos otra llena de bellos
 recuerdos? dejamos una vida y un presente que nos da infinitas oportunidades 
por soñar con un futuro perfecto que no existe o un pedazo de cielo donde no
 sabemos que nos espera.
¿Vale realmente la pena perder la memoria?